Entre banderas rojas y blancas, bombos, el clásico adelante radicales en ritmo cambiado y el nuevo escudo inflable, el radicalismo volvió a cantar y llenar calles con un candidato.
Con muchos dirigentes que acompañaron a Don Raúl y otros nuevos, Ricardo señaló aciertos y errores de los gobiernos radicales, intentó demostrar cuales son los puntos a solucionar en el país, despejó los miedos sobre su relación con sindicatos y dejó en claro que en la interna los candidatos se respetan.
"El peor impuesto que se le aplica a los pobres es la inflación. Nosotros los radicales sabemos de qué se trata, y a nosotros no nos va a pasar más", gritó Alfonsín desde el enorme palco que miraba a la Plaza de Mayo. "No hay más reaccionario que el miedo. Pero nosotros no tenemos miedo", aclaró, Algo más enojado, se refirió a otra de las dudas "exageradas por los de afuera y algunos de adentro": que no tiene experiencia de gestión. "Dicen que genero dudas. Si fuera por eso, ni Lula, ni Mandela, ni Kennedy, ni Perón hubieran llegado a presidente, porque no habían sido gobernadores", ironizó ante el aplauso general.
Su discurso terminó con el recuerdo del ex presidente: "El cumplió con su deber, ahora nos toca a nosotros cumplir con el nuestro". Al gobierno nacional lo atacó por dos lados: las desigualdades sociales y la lucha contra la corrupción. Dedicó una parte de su discurso a señalar la enorme desigualdad en Formosa, relatando una experiencia de su recorrida por la provincia, viendo que mientras "esos pobres Cristos se mueren de hambre" se había construido un estadio de lujo para deportes.
El acto recordó viejos tiempos, pero queda mucho por andar, desde una interna entre otros candidatos que aún no se lanzaron al ruedo y luego las nacionales.
Con muchos dirigentes que acompañaron a Don Raúl y otros nuevos, Ricardo señaló aciertos y errores de los gobiernos radicales, intentó demostrar cuales son los puntos a solucionar en el país, despejó los miedos sobre su relación con sindicatos y dejó en claro que en la interna los candidatos se respetan.
"El peor impuesto que se le aplica a los pobres es la inflación. Nosotros los radicales sabemos de qué se trata, y a nosotros no nos va a pasar más", gritó Alfonsín desde el enorme palco que miraba a la Plaza de Mayo. "No hay más reaccionario que el miedo. Pero nosotros no tenemos miedo", aclaró, Algo más enojado, se refirió a otra de las dudas "exageradas por los de afuera y algunos de adentro": que no tiene experiencia de gestión. "Dicen que genero dudas. Si fuera por eso, ni Lula, ni Mandela, ni Kennedy, ni Perón hubieran llegado a presidente, porque no habían sido gobernadores", ironizó ante el aplauso general.
Su discurso terminó con el recuerdo del ex presidente: "El cumplió con su deber, ahora nos toca a nosotros cumplir con el nuestro". Al gobierno nacional lo atacó por dos lados: las desigualdades sociales y la lucha contra la corrupción. Dedicó una parte de su discurso a señalar la enorme desigualdad en Formosa, relatando una experiencia de su recorrida por la provincia, viendo que mientras "esos pobres Cristos se mueren de hambre" se había construido un estadio de lujo para deportes.
El acto recordó viejos tiempos, pero queda mucho por andar, desde una interna entre otros candidatos que aún no se lanzaron al ruedo y luego las nacionales.
Nota: Por Maria Esther Alvarez
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